ARCOIRIS

PROYECTO ARCO IRIS

MADRES NARRADORAS

Queridas Madres Narradoras:
Agradeceros desde el CEIP SAN SEBASTIÁN y desde la biblioteca del centro vuestra colaboración con nuestro colegio, que es de gran ayuda tanto para los docentes como para nuestro alumnado.








OS PRESENTAMOS ESTE ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA "CUADERNO DE PEDAGOGÍA"

LA HERIDA cOMO CAMINO DE APRENDIZAJE: UNA PROPUESTA DE ANIMACIÓN
A LA LECTURA DEL PROYECTO ARCO IRIS DE MADRES NARRADORAS


El Proyecto Arco Iris de Madres Narradoras es fruto del coraje de vivir. A uno de los grandes vacios
del sistema educativo como es la educación emocional, nosotras hemos querido dar una respuesta
creando un proyecto de animación a la lectura donde el amor y la palabra se unen generando LA
PALABRA VIVA. Entramos a las aulas contando historias, cuentos de sabiduría -cuidadosamente
seleccionados- para dejar un profundo mensaje de humanidad en l@s niñ@s que nos escuchan.
Luego, les proponemos actividades de creatividad para que expresen lo que llevan dentro y sientan
que ell@s pueden afrontar la vida.
Rosa Mª Badillo Baena*
Donde comienzan las raíces de este sueño hecho realidad
El proyecto Arco Iris de animación a la lectura nace en el Colegio San Sebastián del pueblo de
Mijas, en Málaga, hace nueve años con el afán de transmitir el amor a la cultura a l@s niñ@s,
mostrándoles la magia que esconden los libros y cómo los libros nos ayudan a vivir. Actualmente
cuenta con once madres dispuestas a abrir caminos narrando cuentos y creando materiales para
hacer realidad nuestro proyecto. Trabajamos en todos los niveles de Educación Infantil y de
Primaria. También colaboramos con Institutos y otras escuelas que nos llaman porque les gusta lo
que hacemos.
Comencé contando cuentos en Educación Infantil, donde estaban mis hijos, para colaborar de la
mejor forma que sabía con la escuela, en el año 2003. Era y soy “una heroína” en el sentido mítico
de la palabra que transita dos mundos, uno el de las madres y otro el de l@s maestr@s, pues soy
profesora de creatividad literaria e historiadora. Si bien ésto me ha ayudado a hacer de puente entre
los dos territorios, la raíz ancestral que me nutría era la cultura oral que me legaron mis padres.
“Cuando te escuchaba contar cuentos/ era como si una luz se derramara/ sobre la negrura de la
noche/ y la volviera iluminada...” Esta poesía titulada:
El cazador de estrellas, se la hice a mi padre
en recuerdo de lo que yo sentía al recibir el calor de sus palabras. Así que fue muy fácil para mí
comprender que los cuentos narrados eran el mejor estímulo para despertar en l@s niñ@s la
curiosidad por las palabras, por las historias y amorosamente interesarlos por la lectura. Sabía que la
mejor manera de llegar a ell@s, en todas las áreas, era a través de LA PALABRA VIVA generada
por la pasión,el entusiasmo, la razón unida la emoción. La misma que maravilla a
l@s niñ@s hasta
tal punto que hace que se deshojen las frías paredes de una clase y logra que se transforme en un
bosque o una carabela dispuesta a descubrir nuevos mundos. Conocía la clave más importante para
enseñar, entre otras cosas, porque yo misma sentí su carencia en la escuela que me tocó vivir, donde
copiar y memorizar eran las actividades predominantes ¡Cuánta añoranza de un maestro en cuya
voz se escucharan todas las aguas! De ahí, mi afán por saber de todos los movimientos de
renovación pedagógica cuando estaba en la facultad. Hambre que pude satisfacer gracias a las
revistas de Cuadernos de Pedagogía, que pude leer con sumo placer en la Biblioteca de Ciencias de
la Educación a la que me desplazaba expresamente, pues yo estudiaba Historia.
Así que tenemos una madre-maestra con una cultura oral por herencia familiar y una
extraordinaria devoción a todos los movimientos de renovación pedagógica, cuyas ideas ella misma
pone en práctica en su trabajo como profesora de creatividad literaria en las Bibliotecas Municipales
de Málaga, donde recibe a escolares de todos los niveles educativos. Todo esta savia nutriendo a la
mujer árbol que crece en la puerta del colegio, esperando la salida de sus hijos,los seres que más
quiere. Allí, fue donde detecté la necesidad de cultura de muchas madres que las instituciones
existentes en el pueblo no satisfacían. De esta necesidad real y profunda nace el Proyecto Arco
Iris.Lo primero que creé fue una biblioteca de calle compartiendo mis propios libros de cuentos, con
una particularidad cada uno tenía un sobre donde l@s niñ@s y los padres que los leyeran podían
expresar sus opiniones sobre ellos. Poner un medio para facilitar que las personas se expresaran fue
el gran éxito de esta iniciativa. Me convertí en una “cartera de la cultura”. Todos los días llevaba
libros especiales para personas maravillosas con necesidades únicas.
Pero fue un problema de violencia escolar lo que hace que la madres lectoras pasen a ser madres
narradoras. Este problema-reto es el que nos hace dar el salto. Ya había una cantera de madres, una
red de mutuo apoyo creada en torno a los libros. Nos conocíamos, sólo se necesitaba alguien que
enseñara a contar cuentos y supiera de la sabiduría, del simbolismo profundo de los cuentos para
responder a la violencia de forma efectiva, y dar cuerpo a nuestra alternativa que era la creatividad.
Curiosamente, allí estaba yo... También escritora de cuentos y formadora de profesores, enseñaba a
los profesores a contar cuentos en los CEP, yo misma era cuentacuentos y una investigadora que
había estudiado la sabiduría profunda de los cuentos y la había aplicado en mis creaciones. Tenemos
pues un grupo de madres dispuestas a aprender a contar, una monitora, un lugar: la cochera de la
casa de nuestra compañera Susana Pérez y un público exigente para probar nuestros avances, nada
más y nada menos que nuestr@s propi@s hij@s a l@s que nos teníamos que llevar a las primeras
contadas por no tener con quien dejarlos.
En la escuela, un maestro, José Antonio Izquierdo, cree en nosotras y nos abre las puertas de
Primaria. Luego, cambia la dirección del colegio y el nuevo director, José Luis Zurdo, apoya
nuestras propuestas porque también es un enamorado de la animación a la lectura y de los cuentos.
Así, comenzamos a transformar desde dentro... Contábamos y realizábamos las actividades de
creatividad, cada Martes durante una hora en los cursos de primero, que eran tres en el año 2006. Y
éste ES POSIBLE se estiró y se estiró hasta hoy donde seguimos contando los Martes, pero sólo dos
Martes al mes, alternativos. Ahora nos reunimos en un salón del Hogar del Jubilado, por las
mañanas después de dejar a nuestr@s hij@s en el colegio, una vez al mes. Aquí ensayamos y
compartimos lo que sabemos para llevar a la escuela la poesía, la belleza, la esperanza, la palabra
viva que en forma de cuentos y actividades nos permite dar a l@s niñ@s lo mejor de nosotras
mismas. Somos muy conscientes de que ésto es una realidad gracias a
l@s maestr@s que nos abren
la puerta de las aulas y nos permiten realizar nuestros sueños. Esta confianza nace del profundo
respeto que les hemos mostrado a lo largo de los años.

El Proyecto Arco Iris: un tapiz de esperanzas tejido por muchas manos
Trabajamos por ejes temáticos. En la primera reunión que tenemos cuando se inicia el curso nos
planteamos cuáles son las necesidades de la comunidad educativa, fruto de este análisis surge el
tema que vertebrará todas las actividades que realicemos ese año. Algunos de los ejes que nos han
servido de guía y que han dotado de sentido a nuestra labor, son los siguentes:
la creatividad como
alternativa a la violencia, la grandeza humana, yo soy capaz de crear mi propia vida o cuando
compartimos creamos riqueza
. El último que hemos citado es nuestra brújula en este año escolar.
Siempre elegimos cuentos de sabiduría para narrarlos en las diferentes clases, adaptados al nivel del
alumnado. Éstos se caracterizan porque el protagonista de la historia se va transformando a lo largo
del cuento, se va superando a sí mismo y encuentra una solución al conflicto que ha tenido que
afrontar. Lo que intentamos a través de los cuentos es mostrarles a l@s niñ@s imágenes de
superación para reforzar su autoestima e inculcarles que ell@s también pueden resolver los
problemas que les plantee la vida. Por otra parte, también realizamos la hermosa tarea de
transformar las biografías en cuentos. Acercar a
l@s niñ@s las vidas apasionantes de seres humanos
que pusieron todos sus talentos al servicio de la comunidad es darles espejos donde mirarse para
crecer humanamente.
A lo largo de los años, además de narrar cuentos de sabiduría, hemos creado y consolidado una
seríe de líneas de trabajo algunas de las cuales cito a continuación: Ciclos de poetas-niñ@s y de
niñ@s ciéntific@s -nos centramos en la niñez de los personajes y elegimos especialmente a
aquellos que tuvieron dificultades para estimular a nuestros oyentes-, de madres artistas y
científicas, de
maestr@s pioner@s, de ecología social. Y realizamos una actividad: “El maestro
cuenta” donde se ofrece a un maestro o una maestra del centro que cuente su infancia, qué le motivó
a estudiar, y relate su cuento preferido a
l@s niñ@s. También realizamos talleres como
“Experimenta”, para acercar la ciencia a l@s niñ@s de una forma divertida y “Comparte tus
tesoros” donde l@s niñ@s pueden hablar de lo que más les gusta y mostrarlo a sus compañer@s.
El método que utilizamos durante las reuniones para elegir las narraciones que llevaremos a las
aulas, está en función de la problemática concreta que detectemos en una clase. Entre todas
intentaremos darle una respuesta, a veces elaborando nosotras mismas los cuentos. Tras saber la
historia que vamos a contar, pensamos en los recursos que vamos a emplear para asombrar a l@s
niñ@s. Pueden ser objetos como el ave de la intuición, unas ratoneras o las monedas de oro -con
chocolate por dentro- que el cineasta Manuel Altolaguirre colgaba en los árboles para sorprender a
sus nietos. Tenemos madres artistas que crean maquetas preciosas sobre los personajes que vamos a
tratar. Me viene a la mente la nube de pájaros multicolores, que hizo nuestra compañer Mª José
Moreno, donde se perdía el poeta Emilio Prados cuando estaba en el colegio. También contamos
con madres administrativas y con madres que entienden de costura y elaboran disfraces.
Actualmente, hay una madre esteticién, Ana Mary Peinado, que además de contar cuentos, nos
maquilla cuando realizamos la actividad de
Maestras Pioneras, en la que actuamos como Suceso
Luengo y Victoria Kent, disfrazándonos de los personajes.
El Proyecto cuenta con unas madres preparadas, las mismas que pueden estar a las puertas de
cualquier colegio, de una ciudad o de un pueblo, esperando a sus hij@s. Éste es un fenómeno social
que se va percibiendo e irá enriqueciendo la escuela, la mayoría de las madres y los padres ya no
son analfabetos. Pero, mis compañeras tienen una idiosincracia: son capaces de dar su tiempo
generosamente, sus corazones se abren como amapolas cuando se trata de ayudar a
l@s niñ@s. Su
AMOR por ell@s es tan grande que les da el VALOR para contar, también la HUMILDAD para
aprender de sus errores y seguir adelante. Después de los ensayos, diseñamos las actividades de
creatividad que propondremos al alumnado. Cuando ya lo tenemos todo programado, elaboramos
un cuadrante con las actividades que vamos a desarrollar en el colegio, que entregamos a la jefa de
estudios. En él se especifica el día, las horas y las clases donde vamos a actúar. Siempre elegimos lo
que llamamos una madre de apoyo, que se sabe el cuento de las demás, por si falta alguien. De esta
manera tenemos la espalda cubierta. Actuamos para una clase, pues priorizamos la calidad a la
cantidad, además tenemos muy en cuenta el espíritu del grupo. Dependiendo de las madres
narradoras que estén disponibles, en una mañana podemos contar y realizar nuestras actividades en
cinco aulas.
Nuestro objetivo es sembrar sin expectativas como el hombre que sembraba árboles, protagonista
del relato de Jean Giono. Nuestras semillas son valores, que quizás algun día se conviertan en
estrellas en el corazón de quienes nos escuchan. No lo sé... lo cierto es que cada actividad, en sí, ya
es una totalidad. Con el cuento planteamos una cuestión y
l@s niñ@s nos responden con su
creatividad. Sabemos que todo va bien cuando el resultado de las actividades nos asombra, nos hace
crecer a
tod@s. Cuando l@s chiquill@s se quedan con la boca abierta y el silencio se queda
sostenido a la espera de florecer. O cuando aprender se convierte en un juego y l@s niñ@s se
mueven, se divierten, y bajo el bullicio aparente hay un orden que nos hace sentir que ésto es la
escuela.

Transformar una herida en fuente de vida
Hoy más que nunca, con la crisis pisando nuestros talones, se necesita revisar nuestro sistema
educativo. Los temarios desbordantes, la enseñanza memorística no animan a la lectura sino que
provocan rechazo y hasta traumatizan a la infancia. Las circustancias sociales nos hablan de
necesidades muy reales: la escuela tiene que formar a creador@s, innovador@s,
pioner@s que
respondan a los retos de la sociedad que nos ha tocado vivir. Seres con la suficiente autoestima y
confianza en sí
mism@s para transformar el mundo. Para ello nuestr@s hij@s necesitan desarrollar
todos sus capacidades. Las madres somos conscientes que en las clases los tipos de inteligencias
que más se contemplan y se potencian son la lingüística y la matématica. Así que intentamos dar
una respuesta a esta realidad abriendo caminos con una actividad que denominamos:
El jardín de
los talentos
, la misma que hemos aplicado en los cursos de 4º, 5º y 6º de Primaria.
Para llevar a cabo esta actividad, primero le contábamos a la clase las vidas de seres que habían
desarrollado sus múltiples talentos como la de los malagueños vinculados a la Institución Libre de
Enseñanza o la del maestro Arximiro Rico que enseñó a todo un pueblo. Luego, basándonos en la
teoría de las multiples inteligencias de Gardner les presentábamos una plantilla donde podían
señalar sus habilidades y los tipos de inteligencia que tenían, además de las profesiones hacia las
que podían derivar. Lo más interesante de la actividad es que dividiamos a la clase por equipos, y un
grupo de compañer@s tenía que reconocer las capacidades de cada miembro de otro grupo.
Después se hacía un puesta en común y cada un@ verificaba si sus compañer@s habían acertado en
descubrir sus talentos. Lo cierto es que
tod@s l@s niñ@s se sentían valorados y reconocidos, por
unos momentos se había anulado la competitividad y el poder frustrante de las notas.
Tod@s eran
útiles y podían ocupar su lugar en la sociedad.
Un día se planteó en el grupo la necesidad de responder a la rabia incontrolada de
algun@s
niñ@s que en Educación Infantil rompían la dinámica escolar. Estuvimos meditando sobre esta
situación y pensamos que detrás se escondía una llamada de atención. Me dí cuenta que este
comportamiento podía estar vinculado al poco tiempo que los padres le dedicaban a sus
hij@s y de
esta correlación de ideas nació el cuento: “
El abrazo de la mariposa azul”, que contamos en todos
los niveles de Educación Infantil. Una compañera decoradora hizo una maqueta gigante del símbolo
curativo y transformador de la mariposa, que voló por encima de las cabezas de l@s niñ@s
mientras contábamos el cuento. Después, cada chiquill@ hizo su propia mariposa utilizando sus
manitas abiertas como plantilla, coloreó y recortó el dibujo. Para terminar, y con ayuda de la
maestra le pegaron un palito. Así, su mariposa también podía volar. Nos despidían de las clases
aleteanando
tod@s sus mariposas, cada grupo de infantil era un concierto de alas.
Al poco tiempo, las madres nos paraban por las calles preguntándonos qué le habéis contado a
mi niño que se lleva una mariposa que ha traído, a deporte y no quiere soltarla. Y mi niña duerme
con ella, la tiene guardada en el rincón de sus tesoros. La respuesta profunda a estas madres la supe
el día que conté este cuento en una clase de cuarto de Primaria. Al terminar un niño salió de los
pupitres, y me dio un abrazo tan fuerte que una lágrima azul como un diamante rodó por mis
mejillas. En ese instante sentí que había merecido la pena toda mi vida.
Como conclusión, y tras relatar algunas de nuestras actividades más representativa, quiero hacer
hincapié en algo que hemos comprobado las madres del Proyecto Arco iris a lo largo del tiempo:
que la auténtica riqueza, la verdadera abundancia se genera cuando compartimos nuestros talentos.
Creemos que a las contradicciones del sistema educativo actual, entre las que se encuentra pretender
promover el gusto por la lectura, exigiendo a los escolares de siete y ocho años, de 2º de Primaria,
que lean entre 80 y 90 palabras por minuto. Podemos responder creando nuestro propio modelo
educativo. Para respaldar nuestro deseo, que es una necesidad acuciante de nuestra sociedad, nos
apoyamos en palabras como las de Pau Casals, nuestro gran compositor: “¿Qué le enseñamos a
l@s
niñ@s?, que dos y dos son cuatro, que Paris es la capital de Francia. ¿Cuándo les enseñaremos
además lo que son? A cada un@ de ell@ deberíamos decirles: ¿Sabes lo que eres? Eres una
maravilla. Eres únic@. Tienes todas las capacidades. Y cuando crezcas, ¿serás capaz de hacer daño
a otr@ que sea como tú, una maravilla?”.
BIBLIOGRAFÍA
Badillo Baena, Rosa Mª :
Cuentos para delfines. La didáctica del ser. Madrid, Narcea, 2000.
Badillo Baena, Rosa Mª : “La transmisión de valores a través de los cuentos. Sabidiruría y
simbolismo. El arte de contar”.
Clij, nº 162 (2003).
Badillo Baena, Rosa Mª : “La experiencia literaria como puente de unión entre la familia y la
escuela. La creatividad como alternativa a la violencia”.
Libro Abierto, nº 33 (2008).
Badillo Baena, Rosa Mª : “La grandeza humana como punto de referencia para construir la
autoestima en la escuela”.
Libro Abierto, nº 40 (2010)
Badillo Baena, Rosa Mª :
El jardín de los talentos. Ronda, Colectivo “Giner de los Ríos”, 2011.
Winter Jeanette: Wangari y los árboles de la paz. Barcelona, Ediciones Ekaré, 2009.

* Rosa Mª Badillo Baena
, la coordinadora del Proyecto Arco Iris de Madres Narradoras, es
escritora, profesora de creatividad literaria, historiadora y cuentacuentos. Colabora con los C.E.P
como formadora de profesores.

EXPERIENCIA
Para celebrar el día de la mujer elegimos un cuento muy especial cuya protagonista era la premio
Nobel de la Paz Wangari Maathai, líder ecologista africana que logró dar una respuesta eficaz a la
desertización de Kenia, a la vez que una salida económica a las mujeres de su país. Este tema lo
propuso Mª Dolores Mota, nuestra compañera bióloga, una apasionada de la ecología social. Ella
fue quién lo contó en la Biblioteca escolar a una clase de 6º de Primaria. Mientras íba fluyendo la
historia de todo su ser como un torrente de plata, nuestra compañera íba proyectando las bellas
ilustraciones del cuento en la pizarra digital situada dentro del corazón de la escuela. La magia no
tardó en aparecer y como una fina neblina envolvió a todos los asistentes. Cuando concluyó la
narración, les preguntó a l@s niñ@s qué harían
ell@s por su comunidad... Después, otra pregunta
abrió un surco en la mente de los presentes, que fue la besana que guió la actividad: ¿Qué valor
había alimentado Wangari a su paso por el mundo?, -porque
tod@s estamos de paso-.
Tras escuchar las respuestas se formaron grupos de cinco
alumn@s , a cada equipo se le entregó
una cartulina.
L@s chic@s tenían que elegir una mujer que les estuviera enseñando un valor y se
les invitó a pintarla, escribir sobre ella...Luego, cada grupo mostró sus trabajos y hubo una puesta
en común. La lectura de lo que había escrito cada un@, despertó un interés extraordinario en el
auditorio. En la Biblioteca se creó un silencio reverencial, estaban descubriendo el poder de la
palabra, de su palabra. Con él estaban dignificando y valorando la labor de las mujeres que tod@s
conocían, las mujeres de su pueblo. Como colofón de la actividad se leyó esta frase de Wangari: “La
experiencia me ha enseñado que servir a los otros tiene sus recompensas. Los seres humanos
pasamos tanto tiempo acumulando, pisoteando, negando a otras personas. Y sin embargo, ¿quiénes
son los que nos inspiran incluso después de muertos? Los que sirvieron a otros que no eran ellos”.


  CUENTO :EL MAESTRO CARACOL

 Este cuento nos lo remite el grupo del Grupo Arco Iris.Nos gustaría compartirlo con toda la Comunidad Educativa.
 Cuento que surgió de un alumno tras acudir la madres narradoras a su aula.                         
         
                              

  Érase una vez un niño que que se llamaba Kalimero.
 Le gustaba correr aventuras, salvar a los árboles, a los animales y sobre todo ayudar a las personas que se encontraban en apuros.Por eso,solía meterse en problemas, pero curiosamente siempre lograba solucionarlos.
Un día vio que los árboles estaban volando,nadie sabía como, lo cierto es que habían despegado del suelo.
¡Esto si que era un problema!.
Había que buscar una solución con urgencia.De pronto,se dio cuenta que la solución estaba en sus pies:
UN CARACOL PODRÍA SER SU MAESTRO.¡SÍ! ,Él era quién podía enseñar mejor que nadie lo que era:
LA PACIENCIA, LA CALMA, LA TRANQUILIDAD, EL VERDADERO LATIDO DE LA NATURALEZA.
Así que buscó caracoles por todas partes y le puso a cada árbol uno en sus ramas.Después, ESPER...y contempló como los árboles descendían y tocaban la tierra.
Kalimero comprendía a los árboles porque a veces,su alma quería volar como ellos al igual que la de muchos mayores que iban tan rápido, tenían tanta prisa, que su pensamiento siempre estaba en las nubes y habían perdido el contacto con la tierra, con su realidad inmediata:
EL AHORA,POR ESO A LOS MAYORES, también  les regalaba un caracol.
Hasta él tenía uno en su casa para aprender el verdadero ritmo de la vida, de la naturaleza, que va despacio y tranquila como MAESTRO CARACOL. 
     







Autor:Juan Francisco Cortés Galiano.
Alumno de 6ºB